La OIT señala que, a pesar de que la participación de las mujeres en el mercado laboral se ha recuperado a un mejor ritmo que la de los hombres tras el impacto de la pandemia de Covid-19, la tasa de ocupación masculina es 48% más alta que la de las mujeres.
Al tremendo desempleo que sufrieron millones de mujeres en América Latina en la pandemia le siguió un restablecimiento desigual, pues la recuperación del empleo femenino se observa “con particular fuerza” entre las jóvenes y de ellas, las de mayor nivel educativo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó recientemente el informe Panorama Laboral 2023 América Latina y el Caribe, un reporte anual que este año cumple tres décadas. En esta edición da buenas noticias, pero también informa sobre el lado B de esas mismas revelaciones.
Según la investigación de la OIT, en las primeras olas de la pandemia de covid-19, la tasa de desempleo de las mujeres en la región aumentó 27.5%, mientras que la tasa de desocupación masculina empeoró 26.3 por ciento.
Tres años después, las mujeres están recuperando sus empleos a mejor ritmo que los hombres, pues entre el segundo trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023 la tasa de ocupación femenina creció 23% y la de los hombres, 17 por ciento.
Sin embargo, antes de la pandemia la población de mujeres con trabajo remunerado era mucho menor a la de los hombres. En 2019, el 69.2% de los varones tenía empleo y apenas el 45.8% de las mujeres estaba en la misma condición.
Luego, más mujeres que hombres se quedaron sin trabajo al comenzar la crisis por la pandemia. Por lo tanto, la recuperación que están reportando ellas no es suficiente, pues en 2023 “la tasa de ocupación masculina es alrededor de 48% más alta que la femenina”, señala el organismo.
En México, al inicio de 2020, cuando todavía no comenzaba el confinamiento y el cierre de establecimientos por la covid-19, el 43% de las mujeres y el 74% de los hombres tenían un trabajo remunerado, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Para el tercer trimestre de ese mismo año, sólo el 38% de las mujeres y el 69% de los hombres pudieron conservar su empleo o seguir laborando en la actividad que les genera ingresos.
A tres años de esa crisis, en el tercer trimestre de 2023 la recuperación de la ocupación femenina ha sido notoria, pues la tasa de 45% de mujeres con empleo es mayor a la que se tenía a inicios de 2020 y se encuentra en niveles históricos. Los hombres también volvieron a sus empleos y recobraron el mismo nivel de 74% de ocupación.
Al analizar quiénes son las mujeres que han logrado volver al trabajo o entrar al mercado laboral en América Latina, la OIT señala desigualdades de edad, clase y formación educativa.
Entre las mujeres, el grupo de las más jóvenes (de 15 a 24 años) son quienes muestran la mayor recuperación en los niveles de ocupación, del orden del 7% entre el segundo trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2023. Las trabajadoras de más de 25 años en la región tuvieron, en promedio, una recuperación de 0%, según la OIT.
De manera general, entre hombres y mujeres, el Panorama Laboral de la OIT indica que desde mediados de 2020 “los jóvenes regresaron al empleo de manera más rápida que los adultos. La tasa de ocupación regional de las personas jóvenes en el segundo trimestre de 2023 era 3.4% (1.3 puntos porcentuales) superior a la de igual período de 2019 mientras que la de los adultos resultaba similar”.
Esto ha provocado que la brecha de ocupación entre ambos grupos etarios sea inferior en 2023 respecto de cuatro años antes. Sin embargo, a lo que hay que poner atención, recomienda la OIT es que los empleos de las personas jóvenes suelen tener salarios más bajos y carecer de seguridad social.
“El nivel educativo ha sido otra dimensión de gran relevancia en la dinámica laboral desde el inicio de la pandemia”, apunta el organismo en el reporte. La correlación negativa entre el bajo nivel educativo y la brecha de ocupación es evidente, tanto entre los hombres como entre las mujeres, pero “esta asociación es más fuerte entre ellas”.
En el segundo trimestre de 2023 las mujeres de menor nivel educativo en América Latina continuaban “significativamente más alejadas del nivel de empleo de igual trimestre en 2019 (-8%) en comparación con cualquier otro grupo de ocupados”.
Por ejemplo, la brecha de ocupación entre los hombres de nivel educativo bajo era la mitad de la registrada entre ellas, 4 por ciento. “En el otro extremo, la tasa de ocupación de los hombres y mujeres de niveles altos de educación han superado (levemente) los valores observados cuatro años atrás”.
A 30 años de presentar continuamente este informe, la OIT apunta que la tasa de participación laboral de mujeres de 15 años o más en América Latina y el Caribe aumentó en casi 12 puntos porcentuales, al pasar de 41.3% a principios de los noventa al 53.9% en promedio en 2022.
Sin embargo, subraya que “aún persisten grandes desafíos con relación a la igualdad de género sobre los cuales la región necesita seguir trabajando”.
Fuente: El Economista